La Navidad es la época del año mas esperada y maravillosa de todas.
Esta fiesta tradicional compartida por la mayoría de los habitantes de la tierra, se celebra conlas tradicionales posadas , regalos, reuniones y comidas familiares.
Esta fiesta tradicional compartida por la mayoría de los habitantes de la tierra, se celebra conlas tradicionales posadas , regalos, reuniones y comidas familiares.
Pero...¿está en nuestros corazones el espíritu navideño?.
He estado leyendo las cartas que mis nietos dirigen al niño Dios o a Papá Noel, me recuerdan las cartas de mis hijos. En la mayoría de ellas se enumeran los regalos que cada uno quiere recibir en esas fechas.
En cambio muy pocas o casi ninguna recuerda el verdadero espíritu de la Navidad.
El Nacimiento del Niño Dios para redimir al mundo, y la obra de San Nicolás de ayudar a los niños pobres, fueron el origen de los obsequios que se reciben en la Nochebuena.
La Navidad es época de : Gratitud , Alegría, Gozo , Reconciliación , Amor , y unidad familiar , pero también es época de Solidaridad.
El Nacimiento del niño Dios , es el gran acontecimiento de la Humanidad , y al recordarlo y vivirlo cada año, nos acerca nuestros corazones a entender este gran Misterio , y de ahí , re-nacen : La reconciliación y unidad familar ; el gozo de estar reunidos todos alrededor de la mesa, la cena o comida de navidad ; la algarabía al recibir y dar los tradicionales regalos.
Pero, recordemos , también es época de compartir, de hacernos solidarios con los que menos tienen, con los pobres , con los que sufren.
¿Cuál es el verdadero significado de esos regalos?
¿Hemos ayudado al prójimo?
¿Hemos donado algo nuestro, realizado un pequeño sacrificio para dar una alegría a los que menos tienen?
¿Nos hemos puesto a reflexionar que en medio de tantos problemas de la vida actual, siempre hay muchos que tienen muy poco, mucho menos que nosotros?
¿Hemos recordado a los niños que yacen enfermos en hospitales y que quizás nunca tuvieron un juguete o una golosina navideña?
¿Hemos ayudado al prójimo?
¿Hemos donado algo nuestro, realizado un pequeño sacrificio para dar una alegría a los que menos tienen?
¿Nos hemos puesto a reflexionar que en medio de tantos problemas de la vida actual, siempre hay muchos que tienen muy poco, mucho menos que nosotros?
¿Hemos recordado a los niños que yacen enfermos en hospitales y que quizás nunca tuvieron un juguete o una golosina navideña?
Aún estás a tiempo de ayudar a los demás, pues en cualquier fecha podemos revivir el Espíritu de la Navidad, el sentido de solidaridad hacia los demás.
Abre tu corazón a quien necesita tu ayuda; y no esperes a que te la pida para ofrecerla.
Haz un sacrificio para compartir con otros tus cosas, y notarás que aunque no te traigan el regalo anhelado en Navidad te sentirás satisfecho, con el corazón repleto de gozo, por haber realizado una obra de bien.
Jesús repartió los panes.
Reparte tú lo que puedas compartir.
Reparte tú lo que puedas compartir.
! FELIZ NAVIDAD !